Leo expectante el editorial del diario El País en relación al artículo de Mas y los suyos “A los españoles“, en respuesta a Felipe González y a su polémico texto (que ni he leído ni pienso leer).
El recelo inicial se va transformando en indignación a medida que avanzo en la lectura. El diario desacredita con una condescendencia insultante las palabras de los firmantes de la lista unitaria. Palabras que se pueden compartir o no pero que merecen un respeto. Palabras que acarician el clic que me hace simpatizar con la causa independentista: el sentimiento, el deseo de ver reconocida una identidad propia que se nos niega una y otra vez.
Pero lo que el artículo de Mas y compañía sólo acaricia, lo remata el diario con una altanería y desprecio indignos de un medio de comunicación con la trayectoria de El País.
Señores, son ustedes muy cínicos y muestran muy poco respecto por la inteligencia de los lectores. ¡Cómo se atreven a dar lecciones de pluralidad! Textualmente dicen eso: “Si de todas formas hemos decidido ponerlo en conocimiento de nuestros lectores es por rendir tributo a la pluralidad que siempre hemos practicado y por el indudable interés político que la misiva encierra.”
Su linea editorial está clara. No se avergüencen de ella, españoleen tanto como quieran, pero no nos vendan motos. La izquierda ya no les lee por placer. No podemos olvidar su postura paternalista con Latinoamérica ni su apoyo descarado a la monarquía.
Pero hoy han conseguido algo que incluso a mi me maravilla. Hoy lo he visto claro. Me quiero ir, ya no queda nada entre nosotros, España.