La llamada de mi vida

Llevo años, muchos años, mentalizándome de que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. A mí, a mis padres, a mi hijo, a su padre, a mis hermanos, a mis sobrinos, a mis amistades o, incluso, a mis lectores. Me imagino con el teléfono pegado a la oreja mientras escucho una voz profesional y correcta…Més

El famoso de mi vida

Yo soy de letras. Y en el instituto estudié griego clásico durante un curso. Saqué un cinco (por el culo te la …). Es broma, con lo empollona que era (¿las referencias sexuales me persiguen solo a mi o a vosotros también os pasa?) seguro que saqué un ocho (el culo te abrocho). Bueno, el…Més

El funeral de mi vida

Voy a empezar este relato con una duda. Cuando me refiero al funeral de mi vida, ¿puedo incluir mi propio funeral o ese sería el funeral de mi muerte? Si hay un lingüista en la sala que tenga clara la respuesta, por favor, que nos ilumine con sus conocimientos semánticos y ponga remedio a este…Més

El regalo de mi vida

Señores pasajeros, abróchense los cinturones de seguridad porqué vienen turbulencias. ¡Vamos a hablar del regalo de mi vida! Eso significa que estamos entrando en aguas pantanosas y será una misión casi imposible salir indemne de este “fregao” en el que yo solita, sin la ayuda de nadie, y por voluntad propia, me he metido. Los…Més

La película de mi vida

Se abre el telón, aparece un pelirrojo enseñando el trasero. ¿Título de la película? El cañón del colorado. Toda la vida pensé que esta película existía de verdad, que era un western de esos con música de Henry Mancini y un elenco de “buenos, feos y malos” actores, barbudos y arrugados por el sol, que…Més

El hombre de mi vida

Eres el mar cuando se enfada, eres la noche iluminada, eres como el río que va regando el amor mío agapimú, agapimú, agapimú Manolito       Pues sí. El hombre de mi vida se llamaba Manolito. Y era de Madrid. Y si hablo de él en pasado no es porque ya no sea el hombre de…Més

La boda de mi vida

Antes, de joven, no me gustaban las bodas. Ahora, tampoco. Pensaba que eran aburridas, que la novia estaba más fea que nunca y que por mucho empeño que uno pusiera en dotar al evento de personalidad propia, el resultado siempre acababa siendo una horterada. Productos de serie con novias de blanco, o no, pero que…Més

El concierto de mi vida

A lo largo de mi ya extensa, en el espacio y en el tiempo, existencia (soy una señora con derecho a, y suficientes arrugas para, recibir el tratamiento de usted), pues no recuerdo yo en todos estos años haber asistido a muchos conciertos, más bien pocos. Aun así, seguro que he ido a muchos más…Més