Patatas

You woke up this morning
Got yourself a gun,
Mama always said you’d be
The Chosen One.

Llevo dias tararenado a Los Soprano. Me doy cuenta, de repente, de lo que está pasando.Tony Soprano es un referente televisivo de ficción. Un antiheroe inolvidable, incluso entrañable, interpretado por el actor James Gandolfini. Con él aprendimos que en nombre de la familia nada es inadmisible, incluso la extorsión y el chantaje. La familia es lo primero, por encima de los personas y de los intereses individuales.No hables. No pienses. No protestes. No cuestiones. No salgas de casa. No abraces, no beses, no trabajes, no consumas, no te muevas del sofá.

Haz todo lo que yo te diga y no te pasará nada ni a ti ni a tu familia.A raíz de la entrada en la escena mundial del misterioso, y potencialmente letal, virus Covid-19, la maquinaria estatal y supranacional ha tomado el control de nuestros actos, de nuestros pensamientos y de nuestros deseos. Nos quieren quitar, apelando al bienestar de esa nuestra familia (nuestra, grande y libre) y valiéndose de normas decretadas in extremis y sospechosamente alegales, lo único que de verdad nos pertence: la libertad. Y cuando digo libertad me refiero a la libertad individual de decidir por nosotros mismos.

Precisamente hace un par de días vi un fragmento de un documental sobre Nina Simone donde le preguntaban qué era para ella la libertad. “La libertad es no tener miedo”, decía.Pues resulta que el mundo está aterrado. Medio mundo tiene miedo y la otra mitad tiene, incluso, miedo a tener miedo.Ante tal panorama, ellos, los de siempre, se están frotando las manos.

Ellos son ese ente indefinido que ejerce de Gran Hermano a sus anchas, sin ni tan solo hilvanar un discurso racional que justifique las sanciones que se nos están imponiendo para frenar nuestra posible disidencia y disuadirnos de ejercer nuestro derecho a desobedecer. Por si acaso dejamos de tener miedo.Nos hemos convertido en un ejército de “coach potatos”. Somos seres sedentarios física y mentalmente.

Somos lo que ellos quieren que seamos. Patatas sin sangre que se dejan extorsionar por miedo. Tony Soprano le dice a su esposa Marcella en uno de los momentos más memorables de la serie, en otras palabras, que la extorsión es un camino de ida, que el extorsionado siempre pierde.Acabo esta reflexión convencida de que mientras seamos patatas prisioneras de nuestros propios miedos, ellos seguirán frotándose las manos, a nuestra salud. Nunca mejor dicho.

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